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EL MOLINO NUEVO DE BENIFLÀ

El año 1894 su propietario era el famoso hombre de la burguesía gandiense Vicent Alcalà del Olmo. Su viuda vendió el edificio tal como estaba al molinero Lorenzo Miret Mayor y a sus hijos.
Cuando este murió, poseía 1/4 parte de la propiedad que se la dio a un cuarto hijo, Hilari Miret. En octubre de 1936 en plena revolución social, el comité de control arrocero confiscó el molino que estaba alquilado a un molinero de Pego y cuando este tuvo suficiente dinero lo compró y fue de él hasta que se jubiló, desde aquel momento se utilizaba ocasionalmente. El año 1983 el molinero de Pego se lo vendió a Cayetano Castelló Gomar, que lo convirtió en un área de exposición y venta de muebles. Pero a principios del S. XXI se rehabilitó para transformarlo en un centro de convites, convenciones y actos sociales en general.
EL LAVADERO

También es una parte de la herencia de las obras de arquitectura hidráulica del término, como son las acequias, etc. El lavadero público de la calle de la “Prisión” que llega hasta la acequia madre, restaurado en 1976, no cuesta conservarlo, como testigo de la vida de siglos pasados, antiguamente era muy utilizado y se consideraba un punto de encuentro, puesto que las mujeres iban allí a lavar toda la ropa y conversaban. Dispone de un enlosado de 6.25 m de longitud y 0.50 m de latitud
EL MOLINO DE HARINA

Probablemente es herencia del tiempo de los moros Beni Aflah, en cuanto a su localización, puesto que la parte más antigua de la construcción debe de datar del siglo XIV o XV. Se trata de un casal hidráulico harinero, donde se molía trigo. El edificio original del molino constaba de dos naves estrechas y largas, paralelas entre ellas y perpendiculares al trazado de la acequia.
